Tipos de investigaciones genealógicas

Cuando nos disponemos a iniciar una investigación genealógica hemos de plantearnos en primer lugar qué tipo de información queremos conseguir. Si clasificamos los estudios genealógicos en función del parentesco o la consanguinidad existente entre las diferentes personas a buscar, encontramos:

·         Estudios de Antepasados

·         Estudios de Descendientes

·         Estudios Mixtos

Estudios de Antepasados

Estudios de Antepasados

Tienen por objeto la identificación de los ascendientes directos de una persona o grupo de hermanos, es decir, sus padres, abuelos, bisabuelos, etc.
Obviamente es necesario establecer en primer término quién es la persona principal del estudio (normalmente, uno mismo).

Este tipo de estudios se divide a su vez en:

·         Estudios por línea paterna (o vía agnaticia)
Se pretende identificar la ascendencia por línea de varón (padre, abuelo paterno, bisabuelo paterno-paterno, etc.) y por esa razón son conocidos también como estudios por línea de apellido, ya que en la mayoría de países este se hereda del padre.

·         Estudios por línea materna (o vía uterina)
Se pretende identificar la ascendencia por línea de mujer (madre, abuela materna, bisabuela materna-materna, etc.)

·         Estudios por ramas completas.
Se pretende averiguar todos los antepasados con independencia del lugar que ocupan en nuestro árbol, es decir, tanto por vía paterna como materna, siguiendo las líneas de los cuatro abuelos, ocho bisabuelos, etc.

A diferencia de los estudios por vía agnaticia o vía uterina, en los que se sigue una progresión aritmética en el número de ancestros a medida que retrocedemos en la investigación a generaciones anteriores en el tiempo, en los estudios por ramas completas el número de ascendientes sigue una progresión geométrica, duplicándose en cada generación.

Este hecho, pese a que puede parecer algo obvio, no se tiene en cuenta en muchas ocasiones y representa una sorpresa para muchos aficionados a la genealogía observar como en sólo seis generaciones una persona tiene hasta 126 antepasados directos y en siete generaciones nada menos que 254.

Sin duda alguna este aumento progresivo en el número de antepasados confiere una dificultad añadida a las investigaciones genealógicas por ramas completas, que se suma a la problemática asociada a la antigüedad de los documentos a buscar.

Estudios de Descendientes

Tienen por objeto la identificación de los hijos, los hijos de estos, y así sucesivamente tantas generaciones como se desee. Pueden limitarse a la descendencia de una pareja o bien incluir a todos los descendientes de una persona con las diferentes parejas que haya podido tener a lo largo de su vida.

Estudios de Descendientes

Este tipo de estudios se divide a su vez en:

·         Estudios de descendientes por línea cognaticia
Se pretende identificar la descendencia por línea de varón, ya sean varones o hembras, pero excluyendo a los descendientes de éstas. Por tanto comprende a los descendientes que heredan el apellido en primer lugar.
En ocasiones se limitan a los descendientes varones primogénitos en cada generación.

·         Estudios de descendientes completos (o de parentesco total)
Se pretende identificar la descendencia tanto por línea de varón como de hembra en cualquier generación, siendo todos descendientes directos independientemente del orden de nacimiento y de si heredan o no el apellido principal.

Estudios Mixtos

Tienen por objeto la identificación tanto de la ascendencia como de la descendencia de una persona o pareja. Pueden además ampliarse con los antepasados colaterales, es decir, hermanos o descendientes, e incluso con los antepasados de las parejas de los descendientes.

Estudios genealógicos mixtos

Este último caso sería en realidad una combinación de varias genealogías enlazadas entre sí.

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