Altamira, entre la Prehistoria y el negocio bancario

El descubrimiento de las pinturas de Altamira

En 1879, un aficionado a la arqueología, Marcelino Sanz de Sautuola, y María Justina, su hija de 8 años, descubren en unas cuevas de las montañas de Santander algo extraordinario que cambiará la historia de la humanidad: las primeras pinturas prehistóricas encontradas hasta la fecha, actualmente conocidas como las pinturas de Altamira, unos impresionantes bisontes a galope trazados con gran detalle.

Marcelino Sanz de Sautuola
Marcelino Sanz de Sautuola

A pesar de que las cuevas ya habían sido descubiertas por un cazador en 1868 no fue hasta unos años más tarde, durante su estudio por parte de Marcelino Sanz de Sautuola, cuando su hija María que le acompañaba un día observó en el techo por primera vez las pinturas rupestres, de las que ahora se sabe que pertenecen al período Paleolítico.

Sin embargo, en lugar de proporcionarles honor y gloria, el hallazgo les enfrenta con la Iglesia católica, y también con la indiferencia y el escarnio de la comunidad científica de la época, que consideran que estas pinturas hechas por prehistóricos “salvajes” son un ataque a la verdad de la Biblia.

Sorprendentemente, el prehistoriador Émile Cartailhac también acusa de fraude a Marcelino y su descubrimiento

A pesar de sus esfuerzos por demostrar la veracidad del descubrimiento, la familia entra en una fuerte crisis, que además empeora cuando cierran la cueva, de modo que Marcelino falleció siendo tratado como un estafador, sin saber que años más tarde Émile rectificaría y la Unesco reconocería las cuevas de Altamira como Patrimonio de la Humanidad.

En esta historia real está basada la película “Altamira”, dirigida por Hugh Hudson y protagonizada por Antonio Banderas. Ver trailer a continuación:

La historia familiar

María Sanz de Sautuola Escalante, bisabuela de la Presidenta del Banco de Santander y descubridora de las pinturas de Altamira
María Sanz de Sautuola Escalante

María Sanz de Sautuola Escalante, la niña que descubrió las pinturas rupestres de Altamira es ni más ni menos que la bisabuela paterno-paterna de la actual presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O’Shea.

María (María Justina en realidad) hija de Marcelino Sanz de Sautuola y de María Concepción (Conchita en la película) Escalante Prieto, se casó en torno a los 30 años con Emilio Botín López, quien en 1909 accedería por vez primera a la presidencia del Banco de Santander, del que ya había sido unos años atrás consejero delegado su padre Emilio Botín de Aguirre.

Del matrimonio formado por Emilio Botín López y María Justina Sanz de Sautuola Escalante nació en 1903 Emilio Botín-Sanz de Sautuola López, quien contrajo matrimonio con Ana García de los Rios Caller.

Tuvieron en 1934 a Emilio Botín-Sanz de Sautuola García de los Ríos, presidente del Banco de Santander hasta su fallecimiento el 10 de Septiembre de 2014, quien fue relevado en el cargo por su hija Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O’Shea, nacida en 1960 del matrimonio entre Emilio Botín-Sanz de Sautuola García de los Ríos y Paloma O’Shea Artiñano.

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